viernes, 18 de enero de 2019

RESIDUO DEL MES

Durante el mes de diciembre y parte del mes de enero reciclamos en un cubo rojo ubicado en un punto determinado del patio, todo el papel de aluminio que los alumnos/as traen al centro frecuentemente con sus almuerzos. 
El objetivo es recogerlo después del tiempo establecido, pesar la cantidad de papel de aluminio utilizada por los alumnos/as, investigar sobre ello y llevar las conclusiones a las aulas por parte de los delegados de ecoescuelas, buscando la forma de reducir su uso.

Contenedor para residuo del mes

Bola de papel aluminio



La bola de papel de aluminio tiene un tamaño mayor a una pelota de baloncesto. Pasará por todas las aulas para que cada clase, analice y se conciencie sobre el uso innecesario del mismo.

Nuestro centro ha solicitado al Ayuntamiento en la última reunión de comité medio ambiental de la red de centros ecoescuelas, recipientes (bocadilleros, sandwicheras...) para los almuerzos de los alumnos/as.

El próximo residuo a estudiar serán los bricks. 

Los delegados del comité medioambiental se encargarán de anotar en una tabla ubicada en los tablones de las aulas, dicho residuo, asegurándonos que dicha información llega a todo el mundo.

Tabla

Termina el mes de febrero y tras mucho pensar en el comité medioambiental, decidimos emplear los bricks acumulados en las jornadas culturales, para el desarrollo de algunos talleres.

Primero hacemos un recuento de los bricks acumulados y en total hay unos 1.500. Increíble cifra si pensamos que son los envases reciclados durante solo un mes. 

En la construcción del podio empleamos aproximadamente 1.000!! Fue un trabajo divertido y algo duro al realizarlo en tres dimensiones, pues no todos eran de la misma forma y tamaño, por lo que el juego de tetris estaba más que asegurado!! 


Dicho recuento, manipulado y debate realizado con las alumnas y alumnos, nos ha alarmado sobre la cantidad de este tipo de residuo. De manera que, juntos hemos planteado otros modos de traer al colegio zumos, batidos, leche y derivados. 

El recipiente más cómodo y seguro para todos/as son las botellitas de acero inoxidable, que además pueden ser usadas cada semana, al poderse lavar sin ninguna dificultad.

Por otro lado nos ha surgido la preocupación sobre el contenido de esos bricks, pues en su mayoría son de zumos y batidos que contienen muchos azúcares y conservantes, aromas, potenciadores de sabor, no siendo la opción más saludable para el almuerzo escolar.
Nuestro objetivo en el comité es elaborar un mural con un estudio sobre las cantidades de azucares en aquellos bricks más comunes en el alumnado y, que los delegados de ecoescuelas expliquen y ayuden a concienciar todos/as sobre la reducción del uso de dichos productos y envases.

El próximo residuo a estudiar serán las botellas de plástico y yogures bebibles. 

Concluido el tiempo destinado a este residuo, valoramos muy satisfactoriamente el resultado y evaluación de uno de nuestros objetivos principales, la "REDUCCIÓN". Hemos podido comprobar que en nuestro centro estamos haciendo conciencia, sobre todo de reciclaje pero, también estamos consiguiendo reducir envases. 
Durante este tiempo no hemos recogido una gran cantidad de botellas de plástico y yogures bebibles, debido a que el alumnado del centro ha optado por otras opciones de envases tipo: botellas de acero inoxidable reutilizables, botellas de plástico reutilizables, adecuadas para uso saludable y otras opciones de almuerzo (sobre todo para el día de lácteos) más recomendables como quesos y derivados, yogures o batidos de leche hechos en casa almacenados en los recipientes anteriormente citados.

Estamos muy orgullosos/as del trabajo que se está realizando este curso escolar.

El siguiente residuo con el que daremos conclusión al estudio de este curso serán, los envoltorios de galletas, bollería y cereales. 

Nuestro objetivo, reducir el consumo de dicho residuo pero, también profundizar en la idoneidad de ingerir productos de este tipo de forma habitual. 


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